Los molares de un joven neanderthalensis de hace 230.000
encontrados en una cueva en Pontnewydd, al norte de Gales, son
considerados como los restos más antiguos de homo neanderthalensis con
sus características definitivas. Completa así un proceso evolutivo que
los emparenta genéticamente con los restos preneanderthales o
heidelberguensis, de la Sima de los Huesos de Atapuerca, unos 200.000
antes.
Reconstrucción del niño de Pontewydd |
Este grupo de neandertales, con grandes aperturas nasales, corta
estatura y cuerpos robustos, adaptados a las condiciones de clima
extremo, debieron llegar a las entonces frías tundras de la región
galesa persiguiendo manadas de grandes mamíferos lanudos.
Tras la huella del Mamut |
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