La progresiva evolución de los cantos trabajados dió lugar al desarrollo
del bifaz, un núcleo tallado y retocado completamente por ambas caras,
que sirve para cavar, raspar, perforar y cortar pieles gruesas, o sea,
la "navaja suiza" del Achelense. Esta es la denominación de una etapa
tecnológica que recibe este nombre por los primeros descubrimientos de
bifaces en Saint-Acheul (Amiens, Francia) en el siglo XIX. Los más
antiguos yacimientos achelenses los encontramos en Olduvai (Tanzania) o
Melka Kunturé (Etiopía) entre 1'5 y 1'3 millones de años, y alguno de
los más antiguos bifaces de Europa son los encontrados en Cueva Negra
(Caravaca de la Cruz, Murcia) en torno a 850.000 años.
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